lunes, octubre 18, 2010

Nacido del olvido

Un recuerdo nacido del olvido, de olvidarme de todo cuanto debía olvidar, un camino de vuelta a casa sin haber partido jamás del lugar, un punto de inflexión que me eleva al firmamento o me hunde en el frío y sucio cemento.
Transcurre el día lentamente y me paso todo el tiempo pensando en ti, tengo ganas de perderme en donde los sueños se fabrican y se elige cual sigue adelante y cual se desecha por excesiva fantasía.
Es otro el origen de mi tristeza, como decía Poe, es otro el canto que despierta mi corazón para la alegría. 
Mientras me afeito con calma, me miro en el espejo y veo un viejo reflejo, mi otro yo, ese maldito yo que me impide ser yo mismo y me obliga a partir el corazón en mil pedazos como un espejo nunca roto y guardar los restos que quedan en pie, debajo la alfombra de  lo que antes decía yo que era mi corazón aunque en realidad tiene su componente psico/ mental.
Recorriendo el camino a casa y viceversa del que me lleva a la desolación del adiós que nos unió en el mundo de los caídos y nos desunió en el par vital de los sueños y el futuro quebrado, quizás encendiera las últimas candelas para que no te perdieras en la profundidad de un abismo infernal y un interior complejo, o quizás no encendiera nada y simplemente te até un cordel para poder buscarte en el laberinto de tu locura transitoria en forma de minotauro despechado.
En mi interior la eterna lucha que lleva a la perdición de la introspectiva postmodernista, que es como decir nada. Pasión frente razón y lo malo, es que ambos tienen razón ;-)
Pero así soy y seguiré en pie, como el pura sangre que nadie puede domar, porque el camino lo lleva a subir el río a contracorriente.
Hasta la victoria siempre, que grande Che!