martes, octubre 06, 2009

Otoño

Se desvanece la mirada lánguida a lo largo de la infinita y delgada línea que delimita el horizonte, me aproximo a mi objetivo y me alejo de mis sueños. Cada día que paso atrapado en este laburo tortuoso me distancio y abandono a mi niño interior que dictamina el compás de mis sueños rotos, sueños perdidos, mundo onírico, mundo lejano y cruel que me recuerda todo aquello que dejo atrás y jamás recuperaré.

Pasión vs. razón, y el azote vital como forma de vida. Otoño caluroso y febril y tengo tatuada una sonrisa, hipocresía relativa social acorde a los tiempos en que me toca desenvolverme.

Vivimos de sueños y algunos nos hunden en el limo, soñar es gratis y a veces, mortifica.

Que nunca cese la lucha contra el mundo, aunque ésta comience a carecer de sentido.

No hay comentarios: