Un recuerdo nacido del olvido, de olvidarme de todo cuanto debía olvidar, un camino de vuelta a casa sin haber partido jamás del lugar, un punto de inflexión que me eleva al firmamento o me hunde en el frío y sucio cemento.
Transcurre el día lentamente y me paso todo el tiempo pensando en ti, tengo ganas de perderme en donde los sueños se fabrican y se elige cual sigue adelante y cual se desecha por excesiva fantasía.
Es otro el origen de mi tristeza, como decía Poe, es otro el canto que despierta mi corazón para la alegría.

Recorriendo el camino a casa y viceversa del que me lleva a la desolación del adiós que nos unió en el mundo de los caídos y nos desunió en el par vital de los sueños y el futuro quebrado, quizás encendiera las últimas candelas para que no te perdieras en la profundidad de un abismo infernal y un interior complejo, o quizás no encendiera nada y simplemente te até un cordel para poder buscarte en el laberinto de tu locura transitoria en forma de minotauro despechado.
En mi interior la eterna lucha que lleva a la perdición de la introspectiva postmodernista, que es como decir nada. Pasión frente razón y lo malo, es que ambos tienen razón ;-)
Pero así soy y seguiré en pie, como el pura sangre que nadie puede domar, porque el camino lo lleva a subir el río a contracorriente.
Hasta la victoria siempre, que grande Che!
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